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los caballos.
No, dijo Denys. No estamos en situación de emprender expansiones; no podemos
aparecer en los titulares con esta atmósfera política; no es prudente, Ari.
Algún día, entonces, había dicho ella, vencida.
Mientras tanto, ellos tenían los caballos, los únicos, y los animales llevaban a cabo su
trabajo.
Y, aparte de su apartamento, el corral donde montaban era el mejor lugar de Reseune
para hablar sin preocuparse por la seguridad, y tenía sus ventajas si se trataba de hacer
que todo pareciera casual para que Amy Carnath se relajara y hablara de temas muy
conflictivos.
Porque Amy no estaba contenta últimamente. Sam había empezado a salir con María
Cortez-Campbell, que era una buena chica; Stef había vuelto con Yvgenia; y Amy... Amy
cabalgaba mucho y pasaba mucho tiempo estudiando y atendiendo el negocio de la
exportación. Aquel trabajo la había llevado a un puesto que era una especie de
subgerencia de toda la división de Exportaciones de Reseune y un rango de supervisora
de proyectos provisionales en la división de Investigación Genética.
Amy siempre había sido la más brillante. Amy finalmente iba a conseguir algo parecido
a un hombre, con sólo diecisiete años. Estaba adquiriendo un atractivo especial, de figura
alargada, no porque fuera bonita sino porque resultaba interesante y tal vez lo sería más
con el tiempo.
Y Amy era demasiado inteligente para ser feliz, porque parecía haber una escasez de
chicos tan brillantes como ella en su generación. Tommy era el único que se le podía
comparar, pero era el primo de Amy y no tenían las mismas inquietudes. De todos modos,
el principal interés de Tommy se centraba en Maddy Strassen. Y ese par sí que se estaba
poniendo serio, por ambas partes.
¿Cómo están las cosas? le preguntó ella cuando estuvieron lejos de todo bajo un
cielo tranquilo. Y se preparó para oír una historia muy larga.
Bien dijo Amy con un suspiro. Y eso fue todo. No era normal en Amy. Por lo
general soltaba un «maldito Stef Dietrich» y una larga retahila de quejas.
Ari no conocía a esta Amy. La miró a través del espacio movedizo entre los dos
caballos y dijo:
No parece tan «bien».
Siempre lo mismo dijo Amy . Stef. Mamá. Y ése es el resumen del informe.
Tendrás la mayoría de edad este mes. Podrás hacer lo que quieras. Y tienes un lugar
en mi ala. Lo sabes de sobras.
No podré hacer nada masculló ella . Justin... él sí que sirve. Yo controlo
Exportaciones. Yo me dedico al comercio, y en ello empleo mi inteligencia. No es tu
campo de trabajo. No sé para qué podrías quererme.
Tienes un acceso limpio en Seguridad, el más limpio de todos mis amigos. Eres hábil
con los negocios. Serías una buena supervisora, serías competente en cualquier trabajo
al que te dedicaras, ése es el problema. Te reduces a trabajar en lugar de aprender; y yo
quiero que aprendas durante un tiempo. ¿Te acuerdas de cuando te llevé a los túneles y
fundamos el grupo? Por eso te hablé a ti antes que a cualquier otro. Siempre has ido por
delante.
¿De qué estás hablando? preguntó Amy, asustada de pronto . ¿Por delante en
qué?
Esta vez va en serio. De que esta vez no estoy hablando de juegos de niños. Hablo
de conseguir una posición en la Casa. Las cosas están cambiando a marchas forzadas.
Así que he decidido empezar contigo, como aquella vez. ¿Trabajarás para mí, Amy?
¿En qué?
Genética. Utilizaremos el proyecto que quieras como tapadera. Una tapadera
efectiva y verdadera mientras esperamos a que te decidas. No me importa. Tienes un
salario y el porcentaje de tu producción, todo eso.
Amy tenía los ojos muy abiertos.
Quiero que tú y Maddy estéis en divisiones diferentes continuó Ari , para no
enfrentaros. Nunca funcionaría. Pero entre tú y yo, tú eres más inteligente y más estable
que ella, y yo confiaría en ti para los asuntos difíciles. Y puede haberlos. Giraud está al
final de la rejuv. Esto es un secreto. Muy poca gente lo sabe, pero probablemente cada
vez se den más cuenta. Cuando muera, habrá una elección en Ciencias. Y para entonces,
los pacifistas y su camarilla me van a querer bien muerta, te lo aseguro. Lo digo en serio,
Amy.
Ya sé que va en serio.
Sabes por qué me hicieron, cómo me enseñaron y lo que soy. Y sabes que mi
predecesora tenía enemigos que deseaban su muerte hasta el punto de que uno la mató.
Cuanto más me acerco a lo que ella fue, más se asusta la gente, porque soy como un
fantasma, Amy, como un fantasma para mucha gente que no temía tanto a mi
predecesora como a mí. ¿Tú me tienes miedo? Dime la verdad, Amy.
No... no me das miedo. En realidad no. Fantasma es una definición muy acertada.
Porque nosotros no... no tenemos tu edad; y tú sí tienes la nuestra. Maddy y yo hablamos
de eso a veces. Como a veces queremos hacer tonterías para aliviar la tensión. Y a
veces... Amy cabalgó en silencio y palmeó el cuello de Bayard . Mi madre se enfada
mucho conmigo porque hago cosas raras, ella cree que soy una niña, se preocupa por mí
y me trata como a una criatura. Una vez me gritó: Amy, no me importa lo que haga o lo
que diga Ari Emory, tú eres mi hija; no me mires así y no me digas cómo debo educarte. Y
me dio una bofetada. Y yo me quedé quieta. No... no sabía qué hacer. No podía pegarle.
No podía salir corriendo dando gritos o tirar cosas por el suelo. Me... me quedé quieta. Y
ella lloró. Y después lloré yo, pero no porque me hubiera pegado, sino porque sabía que
yo no era como ella hubiera deseado. Amy miró al cielo. Hubo un brillo de lágrimas bajo
la luz del sol . Así que, bueno, mamá se da cuenta de que yo voy a irme en cuanto
pueda y lo lamenta. Hablamos de eso, finalmente. Ella sí que te tiene miedo. No me
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